“Si las lluvias empiezan en noviembre, ya no habrá tiempo para desplegar todas esas operaciones de descolmatación y limpieza de los cauces, quebradas, entre otros”, mencionó el titular de la entidad, Nelson Shack
Durante la presentación del informe del Megaoperativo de Control al Gobierno Nacional, la Contraloría General de la República advirtió que, de abril a julio, solo se ha ejecutado un 5.6% del presupuesto anual designado para obras de prevención para la ‘Emergencia por el Fenómeno de El Niño’.
Es decir, de los S/ 3.566 millones destinados, solo se han gastado S/200 millones; debido a que la mayoría de las 856 instituciones, como la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios, la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Defensa, entre otros, no han cumplido con sus planes específicos del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (SINAGER).
“El problema está en que este viernes ya es septiembre, si las lluvias empiezan en noviembre ya no va a haber tiempo para poder desplegar todas esas operaciones de descolmatación y limpieza de los cauces, quebradas, entre otros”, mencionó el titular de la entidad, Nelson Shack.
En ese sentido, declaró que “Ojalá que El Niño no venga de manera severa porque sino nos va a destruir. Pueden morir miles de compatriotas y habrá millones de dólares en pérdidas de infraestructura pública y privada”. “Eso tiene que ver mucho también con la poca cultura de gestión de riesgo de desastres que tenemos en el Perú. […] En general hay un retraso sustancial en todas las obras”, agregó el funcionario.
Precisó que, si bien hay S/ 825 millones de soles comprometidos, las entidades no cuentan con planes concretos para atender las emergencias, pese a la proximidad y a los graves efectos que ha tenido este fenómeno climático en el país. De acuerdo a un reportaje de Panorama, las zonas que fueron gravemente golpeadas por los huaicos, a consecuencia de las fuertes lluvias, continúan sin la limpieza necesaria.
¿Cuáles serían los devastadores efectos?
Miguel Yamasaki, jefe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), alertó de sequías extremas en Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Tacna, Junín y Pasco, lo que podría impactar en la agricultura.
Frente a ello, mencionó que “el gobierno nacional, a través de un decreto de urgencia, está inyectando una cantidad de dinero considerable, casi 220 millones de soles. Tienen algunas condiciones, no va a ser para todos los agricultores, será para aquellos que poseen unidades agrarias de cinco hectáreas como mínimo y que tengan menos de 100 cabezas de ganado”.
Sequías extremas amenazan regiones del Perú
En tanto, Gino Passalacqua, oceonógrafo y experto en ciencia del clima y meteorología, advirtió que “la influencia del cambio climático es realmente preocupante, pues hemos visto últimamente que sus impactos son considerables y aumentarán en el futuro. Las lluvias y sequías, olas de calor, etcétera, serán más intensas; afectando la agricultura y producción de alimentos”.
“Ya tenemos varias manifestaciones en Perú de sus efectos equivalentes a eventos fuertes/extremos: menos nivel del Titicaca, menores lluvias en el sur-centro, más temperatura del aire y efectos en la agricultura y pesca. Desde los años 60, el índice Niño 3.4 tiene una variabilidad de mayor amplitud. Lo que se traduce en que El Niño y La Niña son más enérgicos, más fuertes y más frecuentes. Por tanto, se sufren sequías, inundaciones, olas de calor, tormentas severas más extremas”, precisó a través de X, (antes Twitter).
Además, mencionó que “El Niño se manifiesta principalmente en el verano y otoño austral (todavía falta). Entonces si a esto le unimos condiciones extremas que se están manifestando en el planeta por el calentamiento global, las perspectivas de la temporada de lluvias 2023-2024 no pintan bien”.
De acuerdo a un análisis del director de Buy Side Research de Credicorp Capital Asset Management, Darío Valdizán, las pérdidas económicas por las intensas lluvias serían de S/ 13 mil millones, principalmente por el impacto en regiones como Piura, Lambayeque y Tumbes. “Desde la oferta, la región norte tiene un impacto o pérdidas en la producción agrícola relacionada principalmente a agroexportación. También hay una relevancia en el sector turismo y a otros sectores que juegan alrededor de estas industrias, que son de comercio y servicios”, expresó en diálogo con Diario Gestión.
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