De 7 balazos asesinan a vendedor de auto

2 sicarios en moto lo atacaron en La Rinconada delante de amigos. Deja 15 hijos. Vivía en urb. Chimú.

Los sicarios continúan sembrando el terror en la ciudad. Esta vez escogieron como víctima un vendedor de autos, padre de 15 hijos, a quien le dispararon 7 balazos en el pecho cuando se divertía en una fiesta en la Rinconada.

El brutal crimen ocurrió en la losa deportiva de la calle Los Rubíes. Allí, desde horas de la mañana, se realizaba un campeonato deportivo de vóley y fútbol donde participaban los residentes de Julcán.

Fue en horas de la tarde que el comerciante de autos Augusto Jacobo Villanueva (58) llegó a la fiesta pues también es natural de la provincia de la serranía.

Culminado el evento deportivo, todos los asistentes empezaron a bailar en la fiesta, Augusto Jacobo decidió quedarse a tomar unas cervezas con un grupo de amigos.

Cerca de las 5 p.m. cuando todos reían y brindaban, una motocicleta con dos jóvenes a bordo llegó a la losa deportiva.

El que iba como pasajero descendió y se acercó a Augusto Jacobo para dispararle una ráfaga de disparos. Siete de los proyectiles le impactaron en el pecho y un tiro le rozó la cabeza al joven William Contreras Caurino (21).

Los dos sicarios, que según los testigos eran bastante jóvenes, huyeron en la motocicleta lineal, mientras en una mototaxi el comerciante de autos era trasladado de emergencia al hospital Es Salud Víctor Lazarte Echegaray.

A pesar de los esfuerzos médicos, la vida de Augusto Jacobo se extinguió cuando el reloj marcó las 5:30 p.m.

“Mi padre no tenía enemigos, lo único que nos contó era que hace tres semanas unas personas llamaron para insultarlo y amenazarlo, no sabemos si eran extorsionadores”, refirió Annie.

Sin embargo, Heraldo, uno de los hijos mayores, consideró que sin duda el crimen de su padre fue un acto de venganza.

“Tal vez alguien le quiso hacer daño por algo, no creo que haya sido un crimen de los extorsionadores. Además los testigos dicen que los asesinos fueron chiquillos y mi padre era un hombre de 58 años. Ellos fueron contratados para perpetrar el crimen”, dijo.

Augusto Jacobo era natural de Julcán, tenía 15 hijos y vivía en la casa de sus padres en la urbanización Chimú, inmueble donde velarán sus restos. (Satélite)