Humala y Trujillo en dos promesas

Causa enormes expectativas que el presidente electo Ollanta Humala no sólo no haya olvidado su promesa de combatir a la delincuencia en Trujillo sino que haya reiterado que cumplirá con esta propuesta que hizo durante la campaña presidencial pasada.

En una cita efectuada ayer con los presidentes regionales, Ollanta Humala dijo a los presentes: “Tenemos que poner mano dura contra el crimen organizado y el narcotráfico, particularmente en la zona norte del país, como en Trujillo. Hay que luchar contra los delincuentes y construir nuevos penales donde los delincuentes no puedan planear sus delitos. El secuestro y la extorsión tendrán su fin en este gobierno porque lo combatiremos todos de la mano”.

Esta promesa debe haber sonado como música celestial a los oídos de José Murgia, presidente regional de La Libertad presente en la cita, quien también debe haber hecho su propia lectura acerca de la promesa de que el gobierno de Humala viabilizará “los grandes proyectos de irrigación” que favorezcan primero a los peruanos.

Nosotros no creemos que haya proyectos de irrigación que no favorezcan a los peruanos, pero en el caso de Chavimochic su importancia adquiere una dimensión especial ya que su potencia es tan grande que sirve de conexión a otros proyectos vecinos, siendo el de Chinecas el más importante; además de tener un efecto multiplicador para pequeñas iniciativas agrícolas que se encuentran dentro del ámbito de impacto regional.

En cuanto a la delincuencia en Trujillo y su combate frontal, es obvio que se necesita del empuje que el actual gobierno nunca tuvo para eliminarla. Murgia y el alcalde provincial César Acuña y sus colegas distritales lo saben bien. Todo ha partido de una iniciativa policial que ha colisionado contra una normatividad penal vigente que, en el mejor de los casos, sólo ha acelerado los procesos judiciales pero ha dejado en libertad a cientos de delincuentes avezados que han continuado actuando sin problemas.

Se necesita, entonces, de un Ejecutivo fuerte que privilegie las acciones gubernamentales contra la delincuencia para reducirla. Pero también de leyes que sancionen a los malhechores y no les permitan contar con beneficios que hasta ahora no se han eliminado, y que constituyen la espada de Damocles que amenaza a una ciudadanía recelosa y asustada.

La Libertad es, como sostuvo Humala, una de las 12 regiones más ricas del país. Mejorar en ella la distribución de la riqueza mediante la ejecución de proyectos dentro del proceso de descentralización para reducir la desigualdad, es posible de acuerdo con la elaboración de un Mapa de Oportunidades.
Pero se necesita además que no se descuiden aspectos como la seguridad ciudadana, a fin de que sea posible crecer económicamente con garantías de mantener la paz social.LaIndustria
Humala y Trujillo en dos promesas Humala y Trujillo en dos promesas Reviewed by Valle Chicama on junio 27, 2011 Rating: 5

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