Crimen de maleante fue ordenado desde el penal

OJO POR OJO
Una nueva hipótesis ha surgido en torno al asesinato de Jhonny Leyva Villalobos, sicario de ‘La Jauría’ acribillado el último domingo en La Esperanza. Resulta que el 26 de mayo, en el asentamiento humano Ramiro Prialé, este criminal, sobre quien pesaban varias denuncias por robo, extorsión, homicidio y tenencia ilegal de armas de fuego, le metió nueve balazos a un muchacho de 20 años, hijo de un preso de El Milagro, con el que horas antes sostuvo una acalorada discusión.

Su víctima, Jesús Alfaro Palacios Elías, era un mototaxista sin antecedentes policiales cuyo único error fue el reclamarle a Leyva el robo de la pastilla de su equipo de sonido.

Según lo informado entonces, el asesinato de Palacios ocurrió a las 9:10 p.m., en la manzana 5 del mencionado sector, a solo unos metros de su domicilio. El joven vivía en el lote 21 de aquella cuadra, y Moisés Oliva Flores (22), su amigo y vecino que, dicho sea de paso, resultó herido, en el 20.

Ambos tomaban cerveza en la calle, frente a la bodega del lote 24, cuando en eso apareció el criminal (ahora se sabe que fue Leyva, o ‘Chocho’, como le decían a tan cruel facineroso).

El desalmado individuo caminó hacia los jóvenes sin levantar la menor sospecha, y cuando por fin estuvo a un par de metros de ellos, desenfundó el arma que ocultaba entre sus prendas.

Su objetivo era uno: asesinar a Palacios a toda costa, aniquilarlo, y para hacerlo jaló del gatillo como un loco.

Al primer disparo, el muchacho intentó correr para alcanzar su vivienda, pero no llegó muy lejos: la ráfaga se lo impidió y le causó la muerte en segundos. Oliva, por su parte, quiso hacer lo mismo, pero varios proyectiles se le incrustaron en las piernas y lo dejaron malherido.
Ambos amigos fueron llevados de inmediato al Regional, donde los médicos atendieron de inmediato a Oliva, pero por Palacios ya no hicieron nada. Y es que para cuando entró a la sala de Emergencias, ya estaba muerto.

LA VENGANZA
Sobre los móviles del crimen, se supo, por fuentes policiales, que Palacios, unas horas antes de morir, había sido víctima de un robo. Sucede que un ladrón le sustrajo de su mototaxi la pastilla del equipo de sonido.

Al rato, el muchacho se enteró que quien le había robado había sido un maleante de ‘La Jauría’, banda rival de ‘Paco’, y como se trataba de alguien que conocía de cerca, debido a la cercanía de sus domicilios, fue a encararle lo sucedido, incluso amenazó de muerte al delincuente. Lo hizo confiado en la fama de su padre que, como mencionamos al inicio, está preso en El Milagro.
Sin embargo, su atrevimiento le costó caro. El ladrón aquel, que al final no resultó ser otro que ‘Chocho’, le metió los nueve balazos y acabó con él.

Tal parece que esto le dolió en el alma al padre del muchacho, quien habría jurado vengarse.
Esa es la versión que por ahora maneja la Policía, aunque el caso es todavía investigado y nada está dicho aún. Después de todo, Leyva Villalobos mató a varios, incluyendo a dos de sus rivales (uno de ‘Los Amaya’ y otro de ‘Paco’), por lo que cualquiera de estas bandas podría estar implicada también.

Lo que sí es cierto es que este maleante estaba con las horas contadas. Por un lado o por el otro, estaba en la mira. Había varios que querían verlo muerto. Y quizá a esta hora estén celebrando lo que le pasó.

Vale recordar que Leyva fue asesinado el domingo a las 6:10 a.m. Rebeca Rivero Campos, esposa del fallecido, comentó que este salió de su vivienda en la invasión Tacabamba el sábado en la noche. Aquella fue la última vez que vio vivo a su marido. “Dijo que iría a encontrarse con unos amigos”, añadió.

A la mañana siguiente, con varios tragos de más encima, el sicario enrumbó de vuelta a su domicilio, pero nunca llegaría a salvo. En el camino fue interceptado por dos hombres que se le fueron encima a balazos. Estos le dispararon sin piedad y a quemarropa, aprovechando que se caía de borracho.(AC)- Satelite