Explican asesinato de niño y esposa

Los rastros de cabellos regados en la habitación y las muestras de forcejeo que se aprecia en el cuerpo de Vanessa Vásquez Rivera (30), una mujer que apareciera muerta junto a su esposo y a su hijo de 11 años en su habitación de la urbanización Palermo, evidencian un grado de agresividad extrema posiblemente tras una discusión entre los padres, según comentó el jefe Psiquiatría del Hospital Regional Docente, Hugo Villanueva Gallo.

En su edición de ayer, La Industria presenta esta hipótesis. Lindenberg Aspillaga Quispe (35), un humilde trabajador de limpieza no soportó sus problemas económicos y asesinó a su esposa y a su vástago. “La agresividad en este caso es extrema en un nivel de 20 grados”, manifestó el médico, tras establecer que este rango llega hasta los 23 grados, en el índice de maldad.

“Podemos apreciar un ‘mecanismo de corto circuito’, es decir que el padre deja aflorar su agresividad total producto de las deudas que lo agobiaban. Asesina a su esposa y al pequeño, pero luego siente culpa y se suicida”, dijo, tras precisar que las personas que llegan a este nivel se sienten en un callejón sin salida y toman decisiones irracionales, guiados por la ira.

Destacó, que son personas con un grado de tolerancia muy bajo y que ante hechos frustrantes llegan a niveles de conflicto extremos y desatan su furia contra aquellos que se encuentren cerca.

“Ya hemos visto casos similares en Trujillo. Las personas tienen expectativas muy altas, sobre todo en temas de dinero, sin embargo cuando las cosas le son adversas no saben como sobrellevarlo. La mayoría tratamos de controlarnos, pero cuando la carga es muy alta algunos no pueden”, agregó desde su oficina en el mencionado hospital.

De acuerdo a las primeras pesquisas de la unidad de criminalística policial, “Vanessa” se dedicaba a la prostitución en una plazuela de los alrededores de la avenida España y, su pareja sentimental tenía conocimiento y consentía esta situación.

“Los niveles de agresividad reflejan mucho de lo que se vive en la infancia. Esto se inyecta en la forma de ser de los adultos”, manifestó.

A su turno, el titular de la Comisaría de La Noria, comandante Edwin Rolando Pereyra, indicó ayer que el caso fue derivado a la unidad de homicidios de la Policía. Reafirmó que el caso se trata de un asesinato, de acuerdo a las evidencias que se encuentran en la habitación, de la calle Luis Valle Goicochea 561.