Pedían S/. 20 mil a ex congresista Víctor Manuel Noriega Toledo

Delincuentes amenazaron con matarlo y desaparecer a su familia. Policía atrapó a maleantes a balazo
En poder de la Policía cayeron el sábado dos peligrosos delincuentes dedicados a la extorsión y al cobro de cupos. Los maleantes habían amenazado de muerte a un empresario para que les entregue 20 mil soles. “El dinero o te matamos”, le dijeron a su víctima. Agentes de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Divincri atraparon a los hampones cuando contaban la plata.

Se trata de Carlos Nicolás Yépez Rodríguez, de 22 años, y de Alaín Wirner Yépez Castrejón, de 26. Ambos se habían convertido en la pesadilla de Víctor Manuel Noriega Toledo (62), excongresista de la República y conocido hombre de negocios en Chepén, dedicado a la compra y venta de taya.

Los facinerosos se las arreglaron para conseguir su número y empezar con las amenazas; lo hicieron en complicidad con un extrabajador de Noriega de nombre Walter García.

“Danos 20 mil soles o te matamos a ti y a tu familia”, le advirtieron. Noriega recibió la primera llamada el miércoles. Temeroso de que los hampones cumplan la amenaza, el exparlamentario denunció el caso ante la PNP.

Los efectivos, bajo las órdenes del comandante Marco Rojas Vargas, montaron entonces un operativo para terminar con la extorsión. Y para hacerlo, coordinaron la entrega del dinero. La idea era atrapar a los maleantes con las manos en la masa, es decir, cobrando.

Fueron cinco miembros de la Divincri los que participaron del operativo en Chepén, y cada uno de ellos trabajó de encubierto.

Los facinerosos le dijeron a Noriega que deje el efectivo bajo un árbol de guaba en el asentamiento humano El Porvenir, en Pacanguilla, a unos 200 metros de la Panamericana.

Uno de los agentes se hizo pasar por Noriega para acudir a la entrega, otro se disfrazó de agricultor y merodeaba la zona sin levantar sospechas, dos más (con ropa sucia y la camisa abierta) fingieron estar ebrios y en medio de una discusión. Cuando el primero dejó la plata bajo el árbol, aparecieron, al cabo de unos minutos los extorsionadores. Eran tres. Recogieron el paquete y, en vez de irse de ahí, se sentaron bajo la sombra a contar los billetes. El trabajo estaba hecho, habían caído en la trampa y solo faltaba arrestarlos. Y eso mismo hicieron los efectivos, atraparon a dos de ellos luego de un intenso tiroteo que, por fortuna, no dejó bajas en ningún bando; el otro consiguió escapar perdiéndose en las cañas, aunque ya se sabe quién es, está plenamente identificado y su captura es cuestión de horas.

Los detenidos fueron traídos a Trujillo; aquí permanecen encerrados en los calabozos de la Divincri, a la espera de su próximo pase a la cárcel de El Milagro. En poder de uno de ellos la Policía encontró el teléfono desde el que se hicieron las llamadas.(Satelite)