Trujillo: Por no pagar 10 mil soles le incendian bus

Trujillo: Por no pagar 10 mil soles le incendian bus
Subieron al micro como pasajeros, encañonaron al chofer, lo obligaron a desviarse de la ruta; luego le rociaron gasolina al carro, dejaron dentro al conductor y le prendieron fuego. Así de sencillo, una bien organizada banda de extorsionadores redujo a cenizas ayer un vehículo de la empresa de transportes Señor de los Milagros, en La Esperanza, solo porque los dirigentes se negaron a pagar un cupo mensual de 10 mil soles.

Manuel Arteaga Esquivel (41), el asustado piloto de la unidad, a quien los criminales intentaron quemar vivo, contó en breve diálogo con SATÉLITE que a eso de las 5:50 a. m., cuando apenas iniciaba una jornada más de trabajo, se detuvo en una de las esquinas del sector Nuevo Jerusalén para que suban unos supuestos trabajadores que venían al centro. No pasaron ni dos minutos para que aquellos individuos, con insultos y amenazas, lo obligaran a ir por un camino distinto.

Arteaga no entendía si aquello era un asalto, un secuestro, o se trataba de sicarios que habían sido contratados para asesinarlo. La misma incertidumbre agobiaba a los demás pasajeros; de pronto los delincuentes les ordenaron a todos bajar menos a Arteaga. A él le dijeron que siga conduciendo.

Lo que sucedió a continuación es realmente escalofriante: con total sangre fría, esparcieron gasolina por todo el bus y luego lanzaron un fósforo. El objetivo era uno solo: enviarle un mensaje a los directivos que se habían negado a pagar los 10 mil soles al mes. Además amarraron a Arteaga y lo dejaron dentro; al parecer querían quemarlo vivo; por suerte, el desesperado chofer consiguió librarse de las ataduras, aunque resultó con varias heridas.

MARCHA CONTRA EL CRIMEN
Para los compañeros de Manuel Arteaga, y también para los dirigentes de la empresa, esta fue la gota que derramó el vaso. Decididos a hacerse escuchar, unos cien choferes y cobradores, a bordo de una veintena de micros, se dirigieron a la Plaza de Armas para protestar por la incontrolable ola de violencia que afecta al sector transporte (ola que hace unos días cobró la vida de un conductor de la empresa Moderno Cielo Azul, también en La Esperanza).

En la bulliciosa marcha, los trabajadores mostraron pancartas y lanzaron gritos desesperados a las autoridades, pidiendo una inmediata solución.

“Invocamos al público trujillano y nacional a que nos apoyen; queremos que se imponga la pena de muerte”, fueron las primeras palabras del presidente de la línea afectada, Abraham Castañeda, quien encabezó la manifestación.

Castañeda buscaba una reunión con el general Gentille. Según dijo, “todos los conductores son extorsionados”. La cantidad mensual que se les pide es nada menos que 10 mil soles.

“El general ya tiene conocimiento del hecho; esta es la segunda vez que los delincuentes queman una de nuestras unidades”, aseveró.

DOLOROSAS QUEMADURAS
Mientras los trabajadores realizaban la protesta, un muy adolorido Manuel Arteaga, con vendas en la mano izquierda y gasas en la cara (sobre una gran cantidad de crema para quemaduras), recordaba, postrado en una cama del Regional, la pesadilla que le había tocado vivir.

“Esto lo hicieron quienes piden cupos”, expresó con dificultad, pues también la zona de la boca le resultó afectada. “Extorsionaban a la empresa, y como no quisimos pagar, quemaron el carro”, continuó.

En medio de todo, este chofer no salió tan mal librado; lo decimos porque, por causas similares, Walter García Rojas (39), de la empresa Moderno Cielo Azul, fue cruelmente asesinado de un balazo que le atravesó la cabeza dentro de su unidad, en la cuadra 19 de la calle Benito Juárez.

Aún no se sabe qué banda es exactamente es la que cometió el atentado, pero las investigaciones policiales ya se encuentran en marcha. Los familiares, compañeros de trabajo y colegas en general de Arteaga Esquivel solo esperan la pronta captura de los culpables y que se tomen medidas inmediatas para que actos como este no vuelvan a repetirse. Fuente Satelite