Refuerzan medidas drásticas para prevenir contagios de COVID-19 en La Esperanza

Alcalde de La Esperanza pide a vecinos “cero reuniones y más distanciamiento social”

Mayor control y severidad en el cumplimiento de las normas preventivas contra la pandemia anunció el alcalde distrital de La Esperanza Martín Namay Valderrama, luego de sostener una extensa reunión con el Gobernador Regional, Manuel Llempén, el Jefe de la III Macro Región La Libertad, Gral. Carlos Céspedes y representante del 32° Brigada del Ejército, Crnel. Carlos Vásquez.

“Necesitamos afianzar todas las acciones de control para que sean mucho más efectivas las normas sanitarias dadas por el gobierno. En ese sentido, vamos a realizar intensos operativos todos los días para evitar cualquier reunión social, como cumpleaños, bailes e incluso reuniones familiares. La consigna es cero reuniones,  ya que esa es la forma más frecuente de contagio”, señaló el burgomaestre esperancino.

Para lograr este objetivo, el alcalde informó que  la Policía y el Ejército se están comprometiendo a apoyar con un mayor número de efectivos en los operativos diarios.

De igual forma el alcalde de La Esperanza calificó de estratégico el trabajo en los mercados, donde la Municipalidad, el ejército y la PNP, pondrán especial énfasis en el control de los aforos y el distanciamiento social. “Se ha dispuesto que solo se habilitará una puerta de ingreso y una puerta de salida para controlar la cantidad de personas. El aforo debe ser como máximo el 25 por ciento, es decir la cuarta parte de la capacidad en cada uno de los 23 mercados que tenemos en el distrito. Además no debe faltar el alcohol y nadie puede entrar sin mascarilla”, recalcó Namay.

La autoridad edil invocó a la responsabilidad de los ciudadanos cuando concurren a los mercados, ya que solo debe ir una persona por familia y tratar de realizar sus compras en el menor tiempo posible evitando en todo momento socializar o conversar con otras personas dentro del centro de abastos. 

Estas medidas serán complementadas con el estricto control en el transporte público de mototaxis donde solo está permitido un máximo de 2 pasajeros, debidamente separados del conductor por una división.