Restaurante ‘Doña Peta’ sufre atentado con dinamita en Trujillo: extorsionadores exigen S/50.000 a propietarios
Pese al estado de emergencia que rige en la provincia de Trujillo, región La Libertad, las bandas criminales continúan operando con alevosía sin importarles siquiera la cercanía de una de las instituciones del sistema judicial. Esta vez, el restaurante ‘Doña Peta’, ubicado en pleno corazón de la ciudad trujillana recibió un atentado con explosivos.
Según informó un corresponsal de Sol Tv, el establecimiento de comida está ubicado en la avenida Sánchez Carrión, en la urbanización San Nicolás, y a unos escasos metros del Ministerio Público. Pese a esto, uno de los extorsionadores colocó una potente carga de dinamita en el lugar y lo hizo detonar.
El suceso que ocurrió en horas de la madrugada de este 19 de junio se debe a que los propietarios de dicho negocio se han negado a pagar un monto de S/.50,000 que una banda criminal dedicada a la extorsión en la zona les viene exigiendo desde hace varias semanas.
Juan Cabrejos, abogado de las víctimas, pese a una denuncia en la Policía Nacional (PNP), las autoridades no han respondido como se debe. Además, los criminales han estado llamando y enviando mensajes de texto no solo a los propietarios de ‘Doña Peta’, sino también a los hijos menores de los esposos.
Intento de secuestro
El letrado indicó que desde el 2 de junio se intensificaron las amenazas que ahora involucran atentados contra la vida de las víctimas. “El propietario, dirigiéndose a la sierra, ha sido cerrado por una camioneta de lunas polarizadas y ello ha hecho que este se despiste y que se produzca una volcadura del carro. Él está delicado en una clínica”, indicó para la prensa local.
El periodista del mencionado medio, en un enlace con Latina Noticias, mencionó que este incidente ocurrió el último martes, y que el objetivo de los criminales habría sido secuestrar al propietario del local.
Los vecinos de los agraviados también se sienten atemorizados por la situación. Ellos han expresado que los maleantes ya no le temen a nada y que, incluso, se atreven a atacar lugares cercanos a instituciones del Estado.
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