Luis Adan Aparicio Peñarreal tuvo que viajar 6 días cruzando ríos en bote ponguero y luego en varios buses para recibir su diploma en la Universidad Católica.
• Estudiará doctorado en interculturalidad para concretar su sueño de trabajar en el Ministerio de Educación y desde ahí impulsar el cambio de la currícula educativa, que incluya la interculturalidad bilingüe.
• Fue sacerdote 14 años. Fue misionero con los Diosesanos de Puerto Maldonado, dominicos y luego Diosesano con los religiosos de Quebec en Pucallpa, de la cual fue separado por un obispo que vino de Roma por ser nativo.
Por: PC Manuel Rodríguez Romero
Un nativo de Kiriguete, comunidad ubicada en la cuenca del Rio Urubamba, en plena selva de La Convención (Cuzco), tuvo que viajar 6 días, cruzando ríos en bote ponguero y luego en buses para llegar a Trujillo y recibir su diploma de magíster. Por dificultades en el largo viaje, principalmente por las lluvias en la zona de selva, llegó un día después de la ceremonia.
Se trata de Luis Adán Aparicio Peñarreal de 56 años de edad. Es el segundo de 17 hermanos y habla matsigenka, quechua y castellano, que hizo realidad su sueño de lograr la maestría en Etica, Responsabilidad Social y Desarrollo Integral en la Universidad Católica de Trujillo (UCT)
Es líder de la comunidad de Kirigueti, distrito de Megantoni, provincia de La Convención, que se ha convertido en el único nativo de las comunidades del VRAEN en obtener el grado académico de magíster, luego de dejar el sacerdocio con 14 años de misionero hace 13 años atras.
Su mamá es machiguenga y su papá quechua hablante. Luego de estudiar la primaria en su propia comunidad, siguió la secundaria y después durante 2 años sirvió en el Ejército y se reenganchó un año más en la Cía de Infantería. Al parecer, en su mente, como todo joven con aspiraciones, se le cruzó la idea de ser militar de profesión, pero esta fue fugaz.
Pensó que mejor debería ser religioso, para ayudar y orientar a los hermanos nativos, por lo que decidió ingresar a los estudios seminarios en la ciudad de Puerto Maldonado, en Madre de Dios.
Su vocación de servir lo condujo a recalar en el movimiento de los padres dominicos, como misionero Diosesano, novicio dominico. Años después dejó la Orden dominica para integrarse en Pucallpa a trabajar con los misioneros de Quebec. Sin embargo, estos misioneros dejaron el Perú al cumplir sus 50 años.
Luis Aparicio relata a EL NUEVO LÍDER, que, con el retiro de los misioneros de Quebec, llegó procedente de Roma un obispo salesiano, “a quien no le caía bien, creo que, por mi color de piel y mi origen, era racista, por lo que preparó mi renuncia. Por no estar de acuerdo con ella y no firmarla -la renuncia- fuí suspendido”. “Mi pecado, para el obispo salesiano, fue ser nativo Matsigenka y otras cosas mas”, explica.
Realizó su labor de misionero en varias comunidades nativas, desde los Nahuas de Purus, los yines, kakintes, ashaninkas, Nantis y Matsigenkas de Megantoni. Comprobó la compleja realidad en que viven las poblaciones aborígenes y la falta de apoyo del Estado, sobre todo en educación y salud.
Ser misionero le valió para convertirse en líder Matsigenka. Trabajó en Quillabamba (Cusco) e integró el Consejo Machiguenga del río Urubamba. Paralelamente estudió en Chimbote, logrando la licenciatura en Educación. También fue invitado a trabajar en el distrito de Echarati y Megantoni; en la Ugel por Comunidades del Megantoni. En el 2023 fue elegido dirigente de la comunidad nativa Carpintero Kirigueti como fiscal.
En su afán de superación se matriculó en el 2023 para estudiar la maestría Etica, Responsabilidad Social y Desarrollo Integral en la Universidad Católica de Trujillo (UCT), que era la única universidad que dictaba la maestría de manera virtual. “Soy una persona que me gusta fomentar los valores y eso hago en las comunidades nativas. Ahora esta maestría me servirá en mucho para realizar mi labor social en las comunidades nativas”, declara.
Kiriguete pertenece al distrito de Megantoni, provincia de La Convención. Ahí están los yacimientos de gas de Camisea y las transnacionales comoPluspetrol, Repsol y otras, “a quiénes le reclaman responsabilidad social, porque estas empresas se han olvidado bastante de la gente”.
No contento con la maestría, muy pronto emprenderá los estudios de doctorado, pues su sueño es llegar a trabajar en el Ministerio de Educación, para cambiar la currícula educativa e incluir la interculturalidad bilingüe, “que nos hace falta, para no seguir siendo utilizados por el Estado”.
Los matsigenkas son un pueblo indígena que habita zonas de la Amazonía peruana al sureste del Perú, entre Cusco y Madre de Dios, en las cuencas de los ríos Urubamba, Picha, Camisea, Timpía y Manu.
Su cultura viva es representada a través de sus casas tradicionales construidas con tabla y otras de palos de chonta “kuri” y hojas de kapashi. Las viviendas son construcciones de madera, a manera de palafitos, por dificultad de drenaje y empozamiento de aguas, sin cerco perimétricos. Reconoce la labor del profesor Darío Cárdenas como Magister en Educación, el primer Matsigenka, y Luis Adan Magister en Valores, el primer Matsigenka.

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