Dramático sepelio de niña violada

Testigos la vieron junto a pandillero y dos hombres más en una cantina.

Se va resolviendo a paso lento, pero seguro, el misterio en torno al asesinato de la escolar S. S. C. V., de 15 años, secuestrada, ultrajada y asesinada al interior de una construcción inconclusa en Laredo.

Fuentes al interior de la Policía informaron que uno de los asesinos sería nada menos que otro menor de edad. Se trata de un pandillero que también tendría 15 años, al igual que la víctima.

El viernes, cuando desapareció, la menor fue vista con este muchacho en una conocida cantina del distrito. Con ellos se encontraban dos hombres más, sentados a una mesa y frente a unas botellas de cerveza.

Alrededor de las 6.15 p.m. salieron de ese lugar y se dirigieron a una discoteca ubicada a 50 metros de la escena del crimen. El dueño del negocio vio a la escolar con los tres individuos.

De otro lado, los peritos de Criminalística de la PNP determinaron que la niña llevaba muerta unas seis horas cuando la encontraron. “El cuerpo ya estaba rígido”, comentó un efectivo.

Si tenemos en cuenta que el cadáver fue hallado a eso de la 1:30 a.m. del sábado, es fácil deducir que el crimen fue cometido entre las siete y las ocho de la noche del viernes. A esta conclusión han llegado los agentes que investigan el caso, por eso las sospechas apuntan a quienes estuvieron con la menor aquella noche. La identidad de los sospechosos es manejada por la Policía con bastante reserva.

ENAMORADO

El móvil del asesinato es otro tema que aún no está resuelto, pero del cual ya hay un indicio. Se presume que habría sido pasional. Al respecto, se sabe que el pandillero, a sus 15 años, se había enamorado perdidamente de la menor. Quería que sea su enamorada a toda costa, pero ella no aceptó hincar una relación con él. Esto, al parecer, provocó la ira del jovencito. Y habría planeado matarla. Para ello se valió de la ayuda de los dos hombres con los que fueron vistos en la cantina.

Lo cierto, en todo caso, es que los tres estuvieron con la escolar hasta antes del crimen, por eso tienen mucho que explicar.

DESGARRADOR

Los restos de la menor fueron sepultados ayer en el cementerio San Idelfonso de Laredo, en medio de escenas desgarradoras. Su madre, Martha Valderrama Marquina, insistió en un castigo drástico para los criminales, el cual, a su juicio, debe ser la pena de muerte.

“Ellos me han arrebato a única hija, y lo han hecho del modo más cruel. Me duele pensar en todo lo que ella sufrió esa noche, cuando la secuestraron y la mataron”, expresó Valderrama, antes entregarse a las lágrimas.

Quienes también participaron del sepelio fueron las compañeras de carpeta de la menor; en la casa del duelo, ellas sumaron sus voces en un pedido de justicia. “Ella era una chica tranquila, no se merecía morir, y los asesinos deben ir a la cárcel, no deben salir nunca”, exclamaron.

FUERTE RECLAMO

La casa del duelo estuvo rodeada además por cerca de un centenar de personas, vecinos de la niña y pobladores del distrito a quienes la noticia les ha causado bastante indignación.

Ellos empuñaban pancartas de reclamo en contra del alcalde, Miguel Chávez Castro, por haber dejado inconclusa la construcción del coliseo.

“Esa obra la empezaron el año pasado y nunca la terminaron. Desde hace nueve meses está así, inacabada, y se ha convertido en un nido de delincuentes. Allí se meten los fumones y rateros, se esconden después de robar y nuestros niños corren serio peligro. Además, la zona es completamente oscura, no hay alumbrado eléctrico”, reclamaron a viva voz.

La marcha de protesta llegó al palacio municipal y a la misma casa del alcalde, donde continuaron con sus arengas y pedidos de justicia. Después se encaminaron a la comisaría, donde exigieron celeridad en las investigaciones y la pronto captura de los asesinos. Y este es el pedido general de todo Trujillo, porque un crimen así no puede quedar sin castigo. Fuente Satelite