Mujer lanza bomba a casa de empresario

Por segunda vez, extorsionadores estallan dinamita en casa de fabricante de calzado en El Porvenir.

Otra vez la familia Hermenegildo Muñoz volvió a despertarse con el estruendo de una explosión. No habían reparado aún el enorme forado del primer atentado cuando al salir a la calle, en medio del susto y una nube de pólvora, hallaron otro hueco en el portón de madera que ahora luce a punto de caer.

Con sentimientos de miedo, rabia y frustración, los integrantes de esta familia, que se ganan la vida fabricando calzado, revelaron que a pesar de haber denunciado las amenazas, la Policía aún no identifica y menos captura a la banda de extorsionadores que les sigue exigiendo dos mil dólares para devolverles su tranquilidad.

CARTAS Y AMENAZAS

Esta historia, escrita con amenazas y estallidos, se inició los primeros días de abril. Sandra Isabel Hermenegildo Quiroz, hija de la propietaria del inmueble Nº 707 de la calle Hermanos Angulo, cuenta que fue a través de cartas que se enteraron que eran el nuevo blanco de los extorsionadores. “En las cartas amenazaban a mis padres con hacernos daño a nosotros, sus hijos, y también decían que iban a atentar contra nuestra casa. Desde un principio nos exigían 2 mil dólares”.

Aunque en un principio sintieron temor, finalmente decidieron no hacer caso de la amenaza. Por algunas semanas creyeron que nada ocurriría, hasta que la mañana del lunes 25 de mayo todo cambió.

Cuando Sara Muñoz Rodríguez, dueña del inmueble, regresaba de realizar las compras en el mercado, cerca de las 10 a.m., encontró gran cantidad de gente rodeando la fachada de su vivienda. Cuando se acercó, la Policía le informó que habían encontrado mecha lenta de dinamita y una carta al interior de una misteriosa bolsa dejada por manos extrañas al pie del portón principal.

En el escrito, los extorsionadores volvían a exigirles dos mil dólares para no atentar contra las vidas de todos los habitantes de la casa. “Hicimos la denuncia correspondiente en la comisaría de Nicolás Alcázar y por tratarse de un tema de extorsión la derivaron a la Depincri Norte (en La Esperanza)”, agrega Sandra Hermenegildo.

“2 MIL DÓLARES O SE

MUEREN”

Con la presencia de la Policía y el ofrecimiento de una investigación que pronto daría resultados, los integrantes de la familia Hermenegildo Muñoz creyeron que todo había terminado, pero volvieron a equivocarse.

El martes 17 de mayo, cuando todos dormían y el reloj marcaba las 3 a.m. un potente estallido y el penetrante olor a pólvora los obligó a salir corriendo de su casa. Al pie del portón, que lucía con un enorme forado producto de la explosión, encontraron restos de dinamita y una nueva carta.

“Dos mil dólares o se mueren”, escribieron los criminales en esta nueva amenaza. “Nosotros no estamos dispuestos a entregarles nada de nuestro dinero, no pagaremos ni un sol”, insiste Sandra mientras observa el destrozado portón.

“UNA MUJER NOS

EXTORSIONA”

Cada vez con más temor, Sandra Isabel, sus padres y sus hermanos, trataron de realizar sus actividades diarias con normalidad y hasta de dormir sin pensar que los extorsionadores podían regresar. Pero apenas habían transcurrido dos semanas del atentado, ayer en la madrugada volvieron a despertar al escuchar una segunda explosión en su vivienda.

Este nuevo ataque volvió a perforar el portón que ahora ha quedado completamente inservible. “Nos hemos cansado de esperar los resultados de la Policía. Cómo es posible que otra vez nos ataquen y nadie pueda hacer nada. Ahora nosotros ya sabemos quién está detrás de todo, hay una mujer, pero todavía no podemos decir su nombre”, dijo Sandra Hermenegildo sin querer revelar la identidad de la extorsionadora.

“Después de esto vemos que es imposible recuperar nuestra paz, así que vamos a actuar de otra manera. No le tengo miedo a esos delincuentes y no le vamos a dar plata”, finalizó la joven que lamentó la lentitud con la que avanza la investigación policial. SATELITE