Vandalismo en urbanización El Golf

Eran las 2 de la tarde cuando un grupo de muchachos llegaron hasta el parque principal de la urbanización El Golf con baldes y botellas. Se sentaron a conversar, esperando que la hora avance y a los pocos minutos arribaron otros jovencitos, con shorts y pintura. Media hora después la ‘guerra de carnavales’ estaba declarada, sin reparar en los daños a las viviendas colindantes. Eran un promedio de 400 jóvenes quienes llegaron de otras urbanizaciones para jugar carnavales, tras una convocatoria, vía Facebook, que hiciera una persona con el nick: D'Juerga.

Los moradores de El Golf preferían mantenerse encerrados en sus viviendas para no recibir las descargas de pintura, agua sucia, vinagre, thinner, ornines e, incluso, los huevos podridos que lanzaban los desadaptados muchachos. Momentos después, los vecinos se defendían de las agresiones con escobas, palos o cualquier objeto que tuvieran a la mano.

“Callense viejos de mier...Acaso nunca han jugado carnavales”, les recriminaban los adolescentes, mientras seguían enfrentándose en medio del parque y en las calles Las Magnolias y El Palmar.

Sin respeto por nada

Una mujer, residente en la calle Las Magnolias 836, gritaba desesperada a su nieta que se mantuviera al interior de la vivienda. Frente a su casa un escuadrón de jovencitos sin polo y con globos y pintura se alistaba para batir a ‘globazos’ a la menor, junto a cinco de sus amigas.

“Antes se jugaban a los carnavales, pero nunca con tanta violencia como ahora”, le comentaba una de las adolescentes a sus amigas, sin despegarse de la puerta de la vivienda, manchada con pintura roja. A dos cuadras, una vivienda era utilizaba como central de abastecimiento para llenar botellas con agua y alistar globos. Las infortunadas personas, fueran hombres o mujeres que pasaran por el lugar, serían víctimas de los belicosos individuos, y sus reclamos se perderían entre las risas y manoseos de sus atacantes.

A las 3 de la tarde la situación se tornó peor. Los muchachos salieron hasta la avenida El Golf para buscar más víctimas. En su afán por mojar a cuanta persona pasara detenían autos y les lanzaban globos con agua sucia. En algunos casos, los tripulantes se bajaban con intención de liarse a golpes con los violentos jóvenes, quienes respondían igualmente en hordas de hasta 50 personas.

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La Industria