Asesinan a balazos a dirigente de La Esperanza

Cuatro disparos a quemarropa fueron los que acabaron esta mañana con la vida de un dirigente vecinal. Los autores de esta nueva historia criminal fueron dos sicarios que, tras jalar del gatillo, huyeron en motos lineales. La policía maneja el caso como una cruel venganza.

Sucedió a las 6:10 a.m., en un extenso arenal del sector Los Olivos, en La Esperanza. A esa hora, Santos Llanos Juárez (48), el agraviado, salió de su vivienda con dirección a su trabajo sin saber que dos hombres esperaban por él en la esquina para acabar con su vida. "Era maestro de construcción", comentó Gloria Rosales, su adolorida esposa.

Los matones no le tuvieron piedad a Llanos; le dispararon a traición, es decir, por la retaguardia. Las dos primeras balas le perforaron la espalda; la tercera, la pierna derecha.

VENGANZA LETAL

Luego de los tres primeros disparos, uno de los asesinos se acercó a Llanos y jaló por última vez del gatillo; esta le apuntó al rostro. Tras perpetrar el crimen, los delincuentes escaparon en dos motos lineales. Quien alcanzó a verlos mientras huían fue la esposa del finado, aunque a lo lejos. Una densa cortina de humo se alzó detrás de ellos.

"Luego de despedirse para ir a su trabajo, en una obra de construcción, yo salí detrás de él para ir a la tienda a comprar. Entonces escuché los disparos. Corrí a ver qué ocurría y lo encontré ya tirado", dijo.

Minutos más tarde, agentes de la comisaría de Wichanzao y del Departamento de Investigación Criminal Norte (Depincri) llegaron a la escena y empezaron con las investigaciones del caso. De momento no hay mayor información sobre los móviles, salvo una rivalidad con un grupo adverso que pretendía arrebatarle el liderazgo vecinal. "Siempre le hacían problemas, incluso lo amenazaron en más de una oportunidad. Ellos son los responsables", comentaron algunos allegados al dirigente.

Durante las diligencias, los peritos hallaron en los bolsillos de Llanos cuatro billetes de 100 soles y cuatro de 20, además de sus documentos personales. Debido a ello, queda descartado un presunto asalto. Llanos, a todas luces, ha sido víctima de una cruel venganza. Alguien ha debido de haberles pagado a los sicarios para que le disparen.

Los restos de Santos Llanos Juárez fueron internados en la morgue, donde permanecían hasta el cierre de esta edición. Su familia y amigos esperan ahora que la policía encuentre a quienes lo asesinaron. Se supo que era padre de dos niños menores de edad. Satelite