Fueron sepultados hermanos que murieron en río Jequetepeque

En el cementerio San Luis de La Esperanza fueron sepultaron ayer los restos de Edwin Germán (21) y Miguel Ángel (38) Visitación Castillo, los hermanos que murieron ahogados en las caudalosas y traicioneras aguas del río Jequetepeque. La tragedia que ahora enluta a toda una familia de ese distrito ocurrió el último fin de semana, a la altura del kilómetro 25 de la carretera que une Ciudad con Dios con Cajamarca.

Edwin y Miguel Ángel se dirigían a Contumazá con otros parientes cuando, en pleno trayecto, el calor les indujo a hacer un alto para bañarse en el río, en un lugar conocido como La piedra del Diablo. Edwin Germán fue el primero en ingresar. Se caracterizaba por ser bromista y juguetón; sus familiares lo vieron bañarse alrededor de 10 minutos; de pronto se percataron que solo uno de sus brazos sobresalía del agua. Pensaron que estaba bromeando, pero entonces escucharon un grito de auxilio. Ante ello, su hermano mayor, Miguel Ángel, decidió ir a auxiliarlo.

Lamentablemente, la fuerte corriente arrastró a este último hacia el fondo. Su cuerpo desapareció en cuestión de segundos, según le contó a la policía el cuñado de las víctimas, Elmer Denis Córdova Gonzáles (27).

Córdova dijo también que en un inició pensó en meterse al agua para rescatar a los hermanos, pero el caudal creció con rapidez y desistió de hacerlo. En tanto, Maritza Castillo Rodríguez, madre de los muchachos, observó con desesperación desde la orilla cómo Edwin y Miguel Ángel eran tragados por el río.

INSENSIBILIDAD TOTAL
La parte más indignante de esta historia la protagonizaron tres pobladores del asentamiento humano El Polvorín, que lejos de ayudar a esta familia, que acababa de perder a sus seres queridos, se aprovecharon de la situación para ganar dinero.  

Cuando Maritza Castillo pedía ayuda, los lugareños en cuestión se sumergieron para buscar los cuerpos, pero luego de un rato salieron diciendo que no encontraban nada. La angustiada mujer insistió en que sigan buscando, a lo que estos hombres preguntaron cuánto les iban a pagar; incluso pidieron mil soles, pero luego se contentaron con 600. Hecho el trato, ingresaron de nuevo al río y, tras breves minutos, dieron con los cadáveres.

“Cómo puede ser posible que haya personas que se aprovechen de esta situación y trafiquen con el dolor humano. Esto es ser insensibles y materialistas”, denunció Gastón Eduardo Alcántara Diestra, primo de los fallecidos y trabajador de la Municipalidad Distrital de La Esperanza.

A los deudos no les quedó más remedio que comunicar lo ocurrido a la policía de Talambo, por lo que tres efectivos arribaron poco después al lugar.
 Fueron ellos quienes avisaron luego a la fiscal Noemí Sánchez Moreno, y después de unas horas, se ordenó el levantamiento de los cadáveres y su inmediato traslado a la morgue de Chepén. Satelite