· Esta patología frecuente en recién nacidos, tiene mayor incidencia en niñas y puede ser causante de cojera.
· La Dra. Tatiana Valera, Ortopedista Pediátrica de Clínica San Pablo Trujillo, detalla cómo un diagnóstico precoz puede ayudar a revertirla.
Alrededor del 80% de los casos de cojera en adolescentes o adultos, es el resultado de una displasia infantil no tratada. La displasia de cadera, frecuente en recién nacidos, ocurre cuando los huesos que componen la cadera, fémur y pelvis, no engranan bien. Dicha condición causa dolor, debido a que se produce un desgaste precoz de la articulación y, tras la luxación completa, el acortamiento del miembro inferior en niños y complicaciones al caminar, identificables como cojera.
La Dra. Tatiana Valera, Traumatóloga y Ortopedista Pediátrica de la Clínica San Pablo, comenta que en ocasiones esta patología es notoria por el tronar de la cadera o la asimetría de pliegues, donde las piernas del bebé no son de igual grosor o longitud; y muchas veces llega a ser imperceptible. Por tal motivo, se recomienda que tras mostrar algún signo, el bebé pase con un ortopedista y sea sometido, antes de los 3 meses, a una ecografía y a una radiografía después de los 3 meses para la detección temprana de alguna lesión escondida en cadera o manos.
Los más vulnerables a sufrirla son las féminas, ya que desde su formación en el vientre de la madre reciben mayores cantidades estrógeno y elastina, hormonas que las hacen más propensas a generar displasia. Otros condicionantes, son que la madre presente una pelvis pequeña o poco líquido amniótico durante el embarazo; e incluso factores conductuales como el envolver y amarrar al bebé con las extremidades extendidas, costumbre típica en la sierra, y que influye en que la cadera del bebé no se forme bien.
Sobre el tratamiento, este depende del grado de displasia y de la edad, un diagnóstico precoz conlleva a un tratamiento rápido y ahorra las cirugías. “En niños menores de 6 meses, se brinda un tratamiento con arnés de parrot; y después de los 6 meses el tratamiento es con aparatos ortopédicos como férulas de migran o de ferris, dispositivos que lo que hacen es que la cadera se mantenga abierta y en posición que ayude a madurar. Tras el año de vida todo tratamiento es quirúrgico”, detalla la Dra. Tatiana Valera, Traumatóloga y Ortopedista Pediátrica, de Clínica San Pablo Trujillo.
Tras una intervención temprana, el pronóstico es favorable y la patología logra revertirse. Existen terapias y cuidados especiales enfocados al uso de la cadera y control de peso, cuyo propósito es brindar una mayor calidad de vida al paciente y que este pueda llevar una rutina normal en su día a día.
Ortopedia pediátrica, una especialidad que ofrece la Clínica San Pablo Trujillo. Para citas y más información sobre el staff de especialistas puede contactarse al 981492808.
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