Reos amenazan de muerte a jefes del penal El Milagro

Se las tienen juradas. El director y subdirector del Instituto Nacional Penitenciario de El Milagro (Inpe), Genaro Escamilo Gómez y Jaime Alarcón Montilla, respectivamente, confesaron ayer que en los últimos días vienen recibiendo una serie de amenazas de muerte de parte de familiares de los delincuentes recluidos, quienes los llaman a sus teléfonos celulares chantajeándolos con atentar contra sus vidas o las de sus seres queridos si es que insisten en aplicar políticas para restablecer el orden.

El primero en denunciar esta situación fue Escamilo Gómez, quien comentó que en las últimas semanas los parientes de peligrosos reclusos lo han llamado a su móvil oficial para insultarlo e intimidarlo utilizando palabras soeces propias de su argot de replana. “Me dicen que no me meta con sus familiares y, con términos cortantes, amenazan con asesinar a mi familia. Sin embargo, es un riesgo latente que busca neutralizar nuestro trabajo y mantener las gollerías internas”, indicó.

El director contó también que para proteger su vida se ha visto obligado a cambiar de ruta diaria al momento de ingresar y salir del penal, sus horas de entrada y salida e, incluso, de domicilio. Según dijo, los amedrentamientos vienen de parte de allegados a los 160 hampones que fueron transferidos a cárceles de otras ciudades, cabecillas de bandas ‘Los Pulpos’ y ‘Los 80’, o internos que no están de acuerdo con los constantes operativos de requisa.

“Lo peor de todo es que desde la quincena de enero pasado se nos retiró el resguardo policial y hemos quedado expuestos al peligro. No obstante, se he solicitado la reposición de la custodia, pero ello debe disponerlo el ministro del Interior. Eso sí, no vamos a retroceder en nuestra lucha por restablecer el principio de autoridad en el penal”, precisó.

Más amenazas
Por su parte, el subdirector carcelario, Jaime Alarcón Montilla, dejó en claro que dichas amenazas son las consecuencias del intento de recuperar el principio de autoridad y constituyen reacciones desesperadas que “buscan bajarnos la moral y hacer que renunciemos”.

“Una vez recibí la llamada de una mujer que dijo si seguía maltratando a su marido, mi familia y yo íbamos a pagarlo caro con nuestras vidas. Otras veces, me han llamado mentándome la madre por haber presidido requisas de teléfonos celulares, electrodomésticos o armas punzocortantes. Gracias a Dios, tenemos el respaldo de la Dirección Regional del Inpe”, comentó asegurando no tener miedo a las intimidaciones.

Carlos Flores Balarezo | Redacción La Industria