¡Soldado y trabajador asesinados!

NO ERAN DELINCUENTES
Jonathan César Vásquez Ticlia iba a cumplir 21 años el 20 de enero. Faltaban apenas un par de semanas para la celebración que este muchacho había planeado ya con su madre, pero la muerte truncó sus planes de la manera más abrupta. Resulta que un desalmado delincuente le disparó sin piedad en medio de una bulliciosa fiesta en Virú. Junto a él murió también Edwin Sahir Ávila Hidalgo, de 19 años, exmiembro del Ejército.

En efecto, Vásquez Ticlia iba a celebrar su cumpleaños este mes, así lo informó ayer Rosa Vásquez, una de sus hermanas mayores, quien aseguró además que no era delincuente, por el contrario, se dedicaba a trabajar, aunque hace una semana quedó sin empleo.

“Era empleado en Nicolini, lo fue por varios meses, pero hubo un recorte de personal en esa empresa, por lo que tuvo que salir de ahí. Esto ocurrió hace unos siete días, por lo que es imposible que haya estado implicado en algún hecho delictivo. Él estaba dedicado a su trabajo y nada más”, aseguró.

Dijo también que, tras perder el empleo, el muchacho iba a empezar a trabajar con su madre, repartiendo panca.

“Nuestra madre adquirió hace tres días una moto para que él haga el reparto de la panca, la compró para él, pero ahora no podrá usarla”, añadió.

De otro lado, contó que César estaba listo para celebrar sus 21 años en compañía de su familia y amigos.
“Tenía tantos planes, y todos se han hecho polvo. Además, había planeado viajar a Chile. Allá unos parientes iba a ayudarle a encontrar trabajo. Estaba muy emocionado con esa idea”.

LA MUCHACHA QUE SABRÍA LA VERDAD
Rosa Vásquez precisó además que su hermano salió de casa después de las 8:30 p.m., acompañado de una mujer.

“Una chica de nombre Juli fue a buscarlo y a decirle para que vayan a una fiesta que había a unas dos cuadras de donde vivimos. No sabemos muy bien quién es esa muchacha, nunca nos las presentó, pero quizá sabe algo”, dijo.

Tal como asegura Rosa, la muchacha en cuestión bien podría saber algo, después de todo estuvo con el finado hasta antes del crimen, sin embargo, resulta que el miedo la ha hecho huir a la capital.
“Apenas nos contó algunas cosas, aunque nada claras, y ahora ya está en Lima. Dicen que se ha ido por miedo a que también la maten”.

Al cierre de edición, los restos de Jonathan César Vásquez Ticlia venían siendo velados en su domicilio de Virú, donde su madre, Eva Ticlia Silva, aún no se resigna a la idea de haberlo perdido. Ella y sus demás hijos unieron sus voces para pedir la captura inmediata del homicida.

EL SOLDADO ACRIBILLADO
Por su parte, los parientes de Edwin Sahir Ávila Hidalgo (19), el otro joven asesinado aquella madrugada nefasta en la provincia del sur, dijeron que él tampoco tenía antecedentes, y que, por el contrario, estaba en busca de trabajo, debido a que en noviembre abandonó el Ejército. Ellos desconocían además si era amigo de Vásquez Ticlia.

Indignada porque algunos medios tildaron al muchacho de delincuente, su madre optó por guardar silencio y limitarse a pedir que sea la justicia divina la que alcance al asesino.

“No era delincuente, eso lo niego totalmente. Del crimen, no sé nada, solo que le dispararon en esa fiesta. De si era amigo del otro joven, no sé, a él (a Vásquez) no lo conocemos”, acotó.

Según se supo, el padre de Ávila Hidalgo trabaja en Huacho y llegó a Trujillo ayer en la madrugada luego de enterarse de lo ocurrido. Los restos de este exmiembro del Ejército serán llevados a Sullana, donde se les dará cristiana sepultura.

Vale recordar que ambos jóvenes fueron asesinados la madrugada del jueves en la calle 3 de diciembre, a espaldas del colegio María Caridad Agüero Arresse de Puente Virú, durante una fiesta de cumpleaños. El asesino, según contaron testigos, fue un tal ‘Toshiba’. Las causas aún son investigadas por la comisaría de Virú, cuyos agentes tiene ahora la misión de esclarecer tan feroz episodio.(Satelite)