Sicarios de peligrosa banda atacan a balazos a familia y casi matan a niñitos

NOCHE VIOLENTA

Álvaro Alejandro Alfaro Vera había cumplido 32 años a inicios de mes y celebró el acontecimiento sin saber que aquellas velas sobre la torta que le preparó su familia serían las últimas que apagaría en vida. El domingo, a eso de las 10:30 p.m., dos individuos le perforaron el cráneo a balazos y lo causaron la muerte inmediata. Fueron cinco proyectiles los que se le incrustaron en la cabeza y le dejaron el rostro empapado de sangre. Nada pudieron hacer los médicos para salvarle la vida. Cuando llegó al Regional, hospital al que fue llevado por sus amigos (testigos, por cierto, del salvaje episodio), ya sus signos vitales se habían extinguido.

Ha surgido una teoría que podría explicar la causa de tan violento episodio, y la dieron algunos de sus parientes. Según ellos, Álvaro le debía 300 soles a una mujer para la que trabajó en algún momento.

El error del muchacho habría sido dejar pasar los días y no cancelar lo adeudado; esto le valió una amenaza que ahora sus allegados recuerdan y denuncian como una posibilidad que debe investigarse.

Aunque no faltan quienes desechan esta versión y aseguran que su muerte debe de haber sido un error, que aquellos hombres desalmados que le dispararon buscaban a otra persona y no a él.

“Aún no salimos de nuestro asombro; él era una persona tranquila, dedicada a su trabajo, no se metía en problemas y rara vez tomaba; el domingo, cuando ocurrió el asesinato, decidió tomarse unas cuentas cerveza después de tiempo”, contó Fernando, hermano mayor del finado.

“Su muerte debe de haberse tratado de un error, no podemos explicarnos de otro modo lo ocurrido. Aquí, en el distrito, hemos visto tantos casos de muchachos asesinados por equivocación que el de mi hermano puede ser uno más de ellos. Y la verdad es lamentable que cosas así sucedan”, añadió.

Igual concepto de Álvaro tenían sus vecinos. Ellos, consternados aún por lo ocurrido, no pueden creer que haya muerto de ese modo tan cruel.

“Las calles se han convertido en tierra de nadie; ya no estamos seguros ni en la puerta de nuestras casas. A él (a Álvaro Alfaro), por ejemplo, lo atacaron cuando se encontraba frente a su vivienda. No solo le pedimos a la Policía que atrape a los homicidas, sino también que circule más seguido por aquí, que erradique de una vez a las bandas de delincuentes que operan en esta zona”, expresó una mujer que conocía de cerca al victimado.



HINCHA DEL INTER

Álvaro Alfaro Vera viene siendo velado en la calle José Crespo. Su madre, Marcelina Vera, de 67 años, no puede aún articular palabra alguna debido a la amarga impresión y el puro dolor que ahora la agobian. Su esposa se encuentran en las mismas.

De otro lado, varios hinchas del Inter Fútbol Club de Río Seco visitaron ayer la casa del duelo para darle el último adiós. Según contaron ellos, Álvaro era uno de los más fieles seguidores del popular equipo.

“Raúl, su hermano, es el presidente de la barra, y a Álvaro siempre se le veía en los partidos, alentando al club”, contaron sus amigos. Ellos, cabe añadir, sumaron sus voces al pedido de la familia: atrapar a quienes se encargaron de cegar la vida del joven.



QUE DECLAREN

De otro lado, los parientes de Alfaro Vera instaron a los testigos a declarar ante la Policía y dar las características de quienes le dispararon. Se sabe que fueron dos los asesinos. Estos sujetos sorprendieron a Alfaro cuando se encontraba frente a su domicilio tomando cerveza con dos amigos del trabajo.

“Llegaron a bordo de una station wagon blanca y compraron tres botellas de cerveza en la bodega que está frente a la casa. pusieron la música y se pusieron a tomar. Dos horas después, aproximadamente, aparecieron los homicidas”, relató el acongojado hermano de la víctima.

Los criminales se acercaron al muchacho y abrieron fuego sin compasión. No le dieron tiempo de reaccionar.

“Sus amigos deben de haber visto a los homicidas, ellos deben de saber cómo son porque estuvieron ahí, a escasos metros. Por ello les pedimos que alcancen detalles”.

Tras ejecutar a Álvaro Alfaro, los asesinos (presuntos sicarios de ‘Los Pulpos’) hicieron varios disparos al aire para que nadie se atreva a seguirlos.

Y cuando llegaron a la esquina, abordaron un tico que esperaba por ellos con el motor encendido. Atrás de ellos dejaron gritos y lágrimas, y el amargo sinsabor de no saber quién o quiénes los contrataron para ese trabajo, y por qué. La única hipótesis que ha surgido (la de la deuda) es solo eso, una hipótesis; no hay nada concreto aún, apenas una sospecha basada en hechos que deben ser verificados. Esperamos, pues, que el trabajo emprendido por la Policía dé resultados positivos en las próximas horas. (AC). Satelite